Soy Eva y tras graduarme en psicología me di cuenta de que lo que más me gustaba, sobre lo que podía pasarme horas leyendo y debatiendo eran los estudios de género. En la sexología encontré un lugar a través del cuál observar y sanar todas aquellas heridas que deja el cis-hetero-patriarcado en nuestros cuerpos. Comprendiendo los roles de género como un concepto socialmente construido, se abre un gran abanico de posibilidades más saludables para vincularnos, comprendernos y habitarnos.
Con estas ganas por cambiar el enfoque y construir espacios terapéuticos, trato de mantener un aprendizaje constante, valorando aquellos privilegios y vulnerabilidades que me atraviesan. De esta forma, considero más eficaz tomar conciencia y poder trabajar sobre las propias emociones.
De hecho, una de las primeras cuestiones que catalizaron mi proceso fue comprenderme, entre otras cosas, como una mujer cis con diagnóstico de SOP (síndrome de ovario poliquístico), con todas las consecuencias sobre la propia identidad y sexualidad que supone. Tras varios años cuestionándome mi feminidad poco normativa y experimentando la desconexión con mi cuerpo y mi placer, pude tomar conciencia de que la sexualidad va mucho más allá del plano biológico y que a través de la educación y de las propias emociones, se pueden movilizar cambios vitales muy empoderadores.
Por otro lado, después de hacer talleres con juguetería y productos eróticos a mujeres de distintas edades y parejas, también he podido observar dinámicas sobre las que creo que es muy interesante darles espacio desde la sexología. Por ejemplo, el uso de lubricantes para realizar prácticas sexuales dolorosas que no son del todo deseadas por una de las partes, disminución del deseo, falta de lubricación o dificultad del orgasmo como efecto secundario de fármacos o cambios hormonales, motivación por cambiar la rutina con la pareja, interés por conocer otras formas de vinculación no monógamas y una larga lista de etcéteras.
En cuanto a mi día a día, me paso la mayor parte de las horas con música de fondo, leyendo y escribiendo. Podría estar horas charlando y escuchando, aunque mis mayores hobbies son, sin duda, aquellos relacionados con el medio acuático. Nadar y bucear me ayudan a reencontrarme y poner en orden cuestiones que a veces me hacen sentir perdida. Hay quienes lo relacionan con que soy piscis, quién sabe, a mí me gusta pensar que, desde bien pequeña, ya soñaba con explorar nuevos horizontes.